Por: Emmet Fox
Si estás viviendo una vida espiritual, tienes derecho a paz mental y a un progreso armonioso. Si parece que estas cosas escasean, haz un inventario mental y pídele a la Sabiduría Divina que te muestre la razón de dicha escasez.
Es tu deber apartar un lapso razonable de cada día para la oración y la lectura espiritual, y vivir el resto de tu vida de acuerdo con lo que tu Ser Interno te dice que es la Voluntad Divina. Esto es al máximo de lo que sean tus posibilidades en el momento.
Si estás haciendo esto con sinceridad, no puedes hacer más, y no debes tener causa para ninguna ansiedad a auto-reproche.
- No puede ser tu deber hacer algo que esté más allá de tu alcance o tu fuerza en el momento.
- No puede ser tu deber hacer algo para lo cual no tienes tiempo.
- No puede ser tu deber pagar una suma de dinero que no tienes.
- No puede ser tu deber hacer algo que sacrifique tu propia integridad o desarrollo espiritual.
- No puede ser tu deber hacer algo hoy que en realidad será la tarea de mañana.
- No puede ser lo correcto llevar a cabo un deber remoto a expensas de un deber cercano.
- No puede ser lo correcto estar apurado, o triste o desanimado, o resentido u hostil, bajo ninguna circunstancia.