Por: Emmet fox
He aquí una manera de solucionar un problema mediante la Oración Científica o, como decimos en metafísica, de lograr una demostración.
Quédate solo y permanece callado por algunos momentos. Esto es muy importante. No te esfuerces en pensar correctamente o en encontrar el pensamiento correcto, etc., sino que permanece en silencio. Recuerda lo que dice la Biblia: “Estad quietos, y conoced que Yo Soy Dios”.
Durante esta etapa es importante no pensar en tu problema sino darle tu atención a Dios. En otras palabras, no trates de solucionar tu problema directamente (lo cual sería usar el poder de voluntad) sino más bien interésate en pensar en la naturaleza de Dios.
Entonces demanda la cosa que necesitas –una sanación, o algún bien en particular que te hace falta. Pídelo callada y confiadamente, como pedirías algo a lo cual tienes derecho.
Da entonces gracias por el hecho ya logrado, como lo harías si alguien te diera un regalo. Jesús dijo que “todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.
No discutas tu tratamiento con nadie.
Trata de no estar tenso o apurado. La tensión y el apuro retrasan la demostración. Sabes que si tratas de abrir una puerta apresuradamente es posible que la llave se trabe, mientras que si lo haces con lentitud casi nunca sucede. Si la llave se traba, lo que hay que hacer es dejar de presionar, tomar una respiración y exhalarla lentamente. Empujar duro con el poder de la voluntad lo único que va a lograr es trabar la cerradura completamente. Igual ocurre con todo el trabajo mental.
En el silencio y la confianza estará tu poder.