El Guru y El Chela – III – “La Ley de Causa y Efecto”

LA LEY DE CAUSA Y EFECTO

EL CHELA: Amado Maestro, ¿por qué es que tantos hombres y mujeres serios, espiritualmente dispuestos sufren de carencia financiera y de aflicciones físicas? ¿No deberían estos hombres y mujeres estar entre los ejemplos manifiestos de la opulencia y la salud?

EL GURÚ: Amado chela, verdaderamente tales individuos deberían ser los ejemplos manifiestos de todo lo que es bello, bueno y perfecto, no sólo por su propia felicidad, seguridad y bienestar, sino debido a que tales personas Nos representan en el mundo de la forma. Aquellos que descansan presumida y complacientemente en sus propias búsquedas intencionales de placer usan justamente tal argumento para desacreditar a los más serios sobre el Sendero. Las palabras “si Tú eres el Cristo, baja de la cruz” han tenido eco durante las centurias de una forma u otra a través de muchos hijos e hijas de los hombres espiritualmente ciegos. Algún día, en el futuro distante, tal reto tendrá eco a través de sus propias conciencias también.

Responder completamente POR QUE existen tales contradicciones aparentes entre la fe afirmada y las obras requeriría un volumen de palabras escritas. Sin embargo, para el confort de los queridos seres quienes se retuercen auto-conscientemente sobre sus respectivas cruces y sienten la auto-condenación por tales afirmaciones de limitación, enumeraré unas cuantas razones como siguen:

1. Cada hombre que pone sus pies sobre el sendero espiritual debe comenzar justamente donde él está — no donde a él le gustaría estar. La profesión de fe, oferta de servicio, y aceptación de servicio no cambia la herencia del karma personal más que lo que la aplicación para una posición en el mundo de la forma, y la aceptación por el empleador, cambia las calificaciones del aspirante.

El Maestro, al igual que el empleador, acepta el candidato para el servicio sobre la base de una confirmación razonable de que un cierto ímpetu calificado de talento está disponible para el uso en una posición dada. El Maestro, al igual que el empleador, debe depender del candidato mismo para que cumpla con su máxima luz y luego, a través del estudio y aplicación voluntaria, se eleve él mismo hacia una mayor eficacia en el esfuerzo a la mano.

El candidato por conocimiento espiritual es, por la propia razón de su interés actual en el estudio espiritual, usualmente alguien que ha dedicado considerable parte de sus energías a través de las centurias al desarrollo de los poderes espirituales, con frecuencia hasta el olvido de su propio bienestar físico, además de su seguridad financiera. La Ley, siendo totalmente impersonal, únicamente libera a través de la conciencia aquello que es sostenido en mente, pensamiento, y sentimientos. Si el hombre no ha contemplado la belleza, la opulencia y los diversos regalos de la abundancia en este mundo, no existe molde, ni forma, ni canal a través del cual la vida prima pueda fluir para exteriorizar estos regalos en su experiencia. De ese modo tal ser debe aprender a balancear sus devociones abstractas con la maestría práctica de los procesos creadores de moldear del pensamiento los bellos diseños y energizarlos con el sentimiento, trayéndolos a la forma como los medios y maneras de incrementar la habilidad individual para servir a la Causa del Maestro. Aún en Nuestra Octava, Nosotros debemos diseñar y formar aquello que deseamos antes de que sea precipitado a Nuestras manos y uso.

2. El estudiante sobre el Sendero inmediatamente está sometido a una acción acelerada de la Ley de Causa y Efecto. La energía retornando a cada uno (que él ha enviado fuera en previas encarnaciones como causas de una naturaleza imperfecta) debe ser retornada a tal ser para ser purificada, transmutada, y retomada a Dios con la misma expresión perfecta con la cual ésta fue recibida desde Él. De ese modo tales estudiantes tienen mucho más que ‘manejar’ a medida que sus energías regresen, que la humanidad en general, cuyas energías retornando son sostenidas en suspenso, en misericordia, hasta que ellos aprendan la Ley de la Transmutación (la Llama Violeta Transmutadora de la Misericordia y la Compasión). De lo contrario ellos estarían abrumados por la retribución kármica y no podrían hacer ningún progreso espiritual en esa vida Terrenal. La Ley Cósmica es que ningún alma puede recibir más karma destructivo de vuelta hacia dentro de su experiencia en una vida que lo que su conciencia desarrollada puede transmutar y sobre el cual tener maestría. Permítase que todo aquel que lea se anime con eso, porque a ningún estudiante le es permitido por la Junta Kármica recibir dentro de su experiencia ninguna apariencia que él no pueda, mediante su propia Luz, transmutar en el mismo momento que es recibida. Por lo tanto, en las experiencias de la vida, regocíjense de que la Ley haya sentido su conciencia desarrollada lo suficiente como para recibir calmadamente y transmutar perfectamente cualquiera de las sombras que aparezcan, temporalmente, sobre la pantalla de su vida.

3. Cada estudiante es una parte del karma de la masa de la raza, de la nación, del planeta, y de la evolución a la cual él pertenece. Los estudiantes conscientes se ofrecen como voluntarios para aceptar el servicio añadido de disolver mucho de este karma de la masa junto con el suyo, al igual que Jesús asumió y transmutó mucho del karma del mundo a través de su experiencia en el Calvario.

4. Además, los individuos fuertes algunas veces se ofrecen como voluntarios en un Momento Cósmico para pararse como un Guardia Espiritual alrededor de ciertas corrientes de vida dedicadas — protegiéndoles de las energías dirigidas, visibles e invisibles, que buscarían destruir el centro corazón de tales movimientos. Así, el Amado José y la Bendita María asumieron mucho karma actuando como un guardia alrededor de las energías sensitivas de la conciencia pura de Jesús. No permitan que el hombre mire a otro en juicio, porque ese ser bien podría estar agotando el karma que de lo contrario sería un peso excesivo sobre otra alma.

5. La felicidad, seguridad, y bienestar aparente de los individuos en el mundo se construye – de veras – sobre los buenos esfuerzos en el pasado pero esto no tiene la seguridad de la permanencia hasta que la conciencia pueda crear y sostener tales condiciones a voluntad. Aquellos que nacen con gran opulencia o perfección física han ganado ese lujo y perfección, pero al mismo tiempo que éste es un disfrute inconsciente nacido sin el conocimiento consciente de la Ley de la Precipitación, Curación, y Paz, es tan efímero como la luz del sol que actúa sobre el hombre agradecido pero que, como una nube pasajera, se va — el hombre, incapaz de recrear el sol, siendo meramente un recibidor inconsciente de un beneficio— disfrutado — pero efímero.

Los individuos que han colocado sus pies sobre el sendero espiritual no encontrarán seguridad, felicidad, o paz permanente siendo los recipientes inconscientes de los ‘regalos de la Dama de la Fortuna’. Ellos deben llegar a estar conscientes de los poderes de la creación en el cuerpo mental, los poderes de la animación en el cuerpo de sentimiento, y los poderes de la exteriorización a través del acoplamiento de las energías físicas, útiles, dedicadas, canalizadas a través de la carne. Luego ninguna persona, lugar, condición o circunstancia externa afectará su tranquilidad, seguridad y paz. Es tal el entrenamiento que con frecuencia se rehúsan temporalmente a suspenderlo debido a que la conciencia externa es muy fácilmente aplacada cuando ha recibido su deseo, y a menos que a la Ley misma se le tenga maestría, ningún esfuerzo adicional debería estar apareciendo de parte del individuo hasta que el regalo así dado fuera agotado. Entonces la conciencia violentamente comienza de nuevo el esfuerzo espasmódico de recrear una condición de comodidad en la cual dormitar.

6. El alma del individuo promedio pasa unos buenos cien a mil años en las Octavas de Luz entre encamaciones, que permite al individuo reunir mucha reserva de energía en los cuerpos emocional y mental para agotar mucha acumulación de discordia en el cuerpo etérico, y retomar a la vida Terrenal “refrescado en espíritu”. Aquellos que están comprometidos en el “empuje” espiritual de la hora han sacrificado esta estadía en los Reinos Celestiales y su consecuente descanso momentáneo de las vicisitudes de la experiencia terrenal, algunos de ellos reencarnando dentro de un año después de abandonar la vestidura Terrenal anterior. Unos pocos aún abandonando un cuerpo antes de su disolución y aceptando otro. Este sacrificio a menudo se manifiesta en la falta aparente de energías físicas, además de tensiones nerviosas. Todos estos factores son los resultados del sacrificio consciente de parte de los individuos que son mirados por los propios beneficiarios de su desprendimiento con desdén y duda. No se preocupen, porque Nosotros fuimos tratados así antes que ustedes.

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